.
Ella era una gaviota,
un ave libre en vuelo, pero también
era nostalgia en sus horas solitarias. De su boca
salían prosas perfectas, y a veces un te quiero apenas
insinuado. Volaba, sus alas eran un horizonte, en una playa de mar.
Vestía de negro, estaba viuda de amores no confesados, que el
tiempo se había encargado de enterrar. Su único anhelo fue amar, pero
ella no amaba de forma natural, no entregaba su alma, y hasta el amor
desaparecía por falta de interés. Los hombres no la comprendían, la veían
como un ser maravilloso, tanto que nadie se atrevía a confesárselo.
¿Habrá sido amada
alguna vez, al menos una? Si, lo sé, aunque sospecho que más de una
vez. Su vida era solo sólo un sueño, una sombra herida con
forma de mujer.