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martes, 29 de abril de 2014

MAÑANA GRIS


 Es un día húmedo que puede sentirse dentro de las  paredes del cuarto  en penumbras., abro los ojos. Pienso que afuera estará nublado, y   los periódicos y el mundo como un reto infalible, mecharán las noticias de inmisericordia.  El dolor de muchos, la pena de tantos, las guerras, el miedo, la muerte.
Pero la vida seguirá alentándonos a mirarla como si fuéramos eternos.
Muy temprano, en esa mañana gris, fui hasta el lago. De la superficie salía un vapor frío y mágico.
El chorro  cercano a la orilla salía con fuerza y se diseminaba en lluvia, bailando sobre mi cabeza. Y mi cabeza trataba de no pensar.
Al fin, sentí alegría de no ser  mercenario, me entristecí por la guerra en Ucrania, recordé Afganistán,   la falta de  derechos de sus mujeres,  la  violencia física    y psicológica.
Me alegré de que mi única religión fuera la devoción por  la naturaleza que hace posible la vida, y sentí tristeza porque los humanos la estamos exterminando.
Vi  pájaros quitándose el agua de las plumas, árboles húmedos.
Como diciendo que aun hay esperanza, que no todo está perdido, un sol tímido, comenzó a iluminar.


roberto angel merlo

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